domingo, 1 de julio de 2012


De la comedia (I)

David De los Reyes


Convidado y música, copa del pintor de Colmar, siglo V a. C.
Arquiloco






“Diceópolis: …voy hablar a la ciudad en una comedia,
Porque la comedia es también vínculo de verdades.
Nada diré que ofenda, sólo cosas muy justas”.
Aristófanes, Los Acarnios.


“Figuraos algo comparado con la cual la música mozartiana del Figaro parezca blanda, y burda una bacanal pintada por Rubens. Figuraos una danza, una verdadera danza, conforme a un plan de exquisita inteligencia, y todo cuanto llamáis “escena” en vuestra lengua como meros momentos y figuras de esta danza, donde todo el mundo se oculta detrás de máscaras al tiempo que  baila con frenesí de los gestos más desenfrenados, figuraos toda la carga de vida, no convertida en sueños de brillo oscuro como en Shakesperare, sino en un movimiento vivo e inquieto, y la insolencia más desfachatada, ennoblecida por un impulso indecible, figuras, digo, todo esto,  y el rocío de los primeros tiempos que resplandece por encima, mientras sopla el respiro del viento del mar griego, el aliento del azafrán y del croco y del polen de las abejas de Himetio. ¡Todo esto nació, pero de qué mundo! Imaginaos, además, el mundo, las lanzas sangrientas del Peloponeso, la cicuta de Sócrates, las asambleas de mil personas, las hetairas de Alcíbiades abigarradas y  animadas como pájaros atrevidos, y por encima de todo el escudo dorado de Atenea. Figuraos, en resumen, lo siguiente: la comedia que baila en el torbellino de este mundo como un trompo fustigado por niños traviesos”
Hugo von HofmannsthalPrólogo a la Lisístrata de Aristófanes. Cit. en Kerenyi 1998:228.




La Comedia como género teatral   

La comedia no es otra cosa que un punto de vista o perspectiva ante la vida,  pues  como hemos visto con Bergson,  el humor tiene sus raíces en el intelecto[1]; lo cómico se dirige más a nuestro pensamiento que a nuestro sentir. Es una perspectiva, una manera de mirar lo que ocurre en la vida pues, ciertamente, hemos vivido hechos que por estar comprometidos de  forma intensa,  experimentamos la situación como una fatalidad o tragedia, y con el tiempo  el incidente se desvanece, dejamos caer con la distancia temporal personal su carga emocional y nos llegamos a reír  por lo absurdo de las posturas  ocurridas. La comedia puede que surja de trastocar situaciones trágicas, desde una perspectiva emocional, por  humorísticas, al comprenderlas desde una perspectiva intelectual y en distancia temporal. De ahí que seguramente, como ha referido Berger, la comedia es el género más serio y elevado del intelecto.  La comedia es un mundo creado a partir de la inteligencia, donde se presentan algunas lágrimas pero que sin duda siempre estarán regadas, al final, por la risa. Hugo Walpole afirmó que la vida es una comedia para quienes la piensan y una tragedia para quienes la viven (cit. en Wright, 1982:107).
El núcleo central de la comedia surge al presentarnos un evento que se ha separado de lo ideal o de la norma. La comedia se evalúa  o mide por la agudeza de nuestra percepción para distinguir aquellas diferencias que existen entre lo que el hombre es y lo que pretende o trata de ser (Wright, 1982:107). Con lo que comprendemos que la comedia pone en escena o a cuenta nuestra actuación social, mostrando la máscara de la farsa que actuamos como realidad en nuestra vida; la comedia es enemiga de toda hipocresía, del fingimiento, es decir, de aquel que tiene poco criterio para saber cuál es su realidad personal y lo que  pretende mostrar como si fuese algo distinto al que es. La comicidad de un gran  personaje surge al arrancarle  la máscara de falsedad, lo superfluo, la impostura, la soberbia por medallas en el pecho o por títulos académicos en la pared, por ejemplo; la comedia nos  lo presentará con las mismas debilidades, temores, carencias que la mayoría de los ciudadanos a pie. La comedia es un gran desinfectante de la soberbia, un desintegrador de la arrogancia.
La comedia tiene la cualidad de no ser únicamente una expresión humorista que aparece del ingenio sin más; la comedia implica la complicidad y, por ende,  no sólo la comprensión intelectual sino el corazón pues  el humor más que reírse de la gente su finalidad está en reír con la gente, mientras a la vez ésta se ríe de sí misma, de sus flaquezas y sus fantasías absurdas. La comedia desconoce el desprecio o la humillación, como es cuando se utiliza la humillación sarcástica por parte del hombre poderoso frente a otro de menor lugar social. La comedia no se puede confundir con la restringida burla pues esta lo que muestra es una carencia de humanidad y compasión más que de complicidad humorística compartida. Para ciertos estudiosos del caso, el humor desplegado en la comedia tiene cercanía con el amor pues en ella podemos observar que se disfruta y se divierte, ampliando el espectro de la condición ridícula de la humanidad. La risa humana es particular en este aspecto pues somos una especia que puede llegar a reírse de forma concordante y amigable no sólo con los demás sino de nosotros mismos ante los demás. La condición del buen humor estaría cercano a propiciar la risa bondadosa, gentil donde la camaradería  y el compañerismo  se cruzan con la felicidad y la alegría, mostrándonos una humanidad  donde cada quien reconoce que tiene algo de feliz tontería  y  de identidad con nuestros semejantes por nuestra permanente comedia, extravagancia y absurdidad, mostrándonos a nosotros mismos uno de los más finos y originales sentidos del hombre, el sentido del humor. Tragedia o humor, he ahí nuestra elección.
Thompson (1946) ha construido una jerarquía para distinguir la alta comedia de la farsa; la llamó la escalera de la comedia. La farsa va de lo más bajo, que vendría a construir por medio de la obscenidad (presentación del desnudo), en la burla de los infortunios  físicos (quitarle la silla a un personaje, o caer al pisar una cáscara de  cambur por ejemplo), en retruécanos del lenguaje (equívocos, propósitos contrarios, errores de identidad, etc), en ingenio verbal (en la que el autor se luce con su ingenio humorístico hasta cuando se lee la obra; es el caso de Oscar Wilde en La importancia de llamarse Ernesto: por ejemplo: amarse a sí mismo es el comienzo de un idilio eterno, o, las malas mujeres nos fastidian, las virtuosas nos aburren. Esta es la única cosa que las diferencia), en la incongruencia del personaje hasta alcanzar la obra cómica por el despliegue de ideas y sátira, que es lo que constituye a una comedia en una obra de arte o, en lo que llamó ese autor, por alta comedia. Claro es que dependiendo del autor podremos encontrar farsas que están colindando con la alta comedia y comedias que terminan siendo simplemente una farsa. La alta comedia la encontramos cuando el autor  sabe reírse de los más aceptado como valores y querido como costumbres: de su familia, de sus amigos, de su religión, de sus ideas políticas, su patria y, sobre todo, de sí mismo. Es la capacidad de poder divertirse de las cosas que consideramos serias dentro de la vida; la comedia, en su forma general, nos da una vara con la que evaluar nuestras afecciones y defectos, es una crítica de la vida de forma amable y con una gran comprensión de la intensión, pues se despliegan de forma lúdica situaciones que pueden ser muy serias desde  otra perspectiva o dentro de nuestra cotidianidad inconsciente. Es por lo que sabemos que la comedia suele exigir una distancia estética ante lo mostrado. La comedia tendrá una labor pedagógica pues nos induce a observar la vida de forma objetiva o, al menos, desde una perspectiva no trágica, con lo que podemos reducir el sentimiento de absurdidad, de pesimismo, de injusticia social y los defectos de los individuos  presentes en las costumbres aceptadas. Como ha podido observar Moliere: A la gente no le importa ser perversa, pero se fastidia cuando se la ridiculiza.
¿Qué exige la construcción de una comedia? Personajes  verosímiles y comprensibles, situaciones posibles y probables, tratar sobre situaciones individuales junto a sus problemas personales, y referirse a los aspectos superficiales de su vida (así trate del amor, la infidelidad, la guerra, la dictadura, el comunismo, del neoliberalismo, los políticos, los religiosos, etc.). Donde el personaje irá superando los obstáculos que se les presentan en su transcurrir por el mundo. Donde podemos llegar a observar que la seriedad del personaje es el ingrediente impostergable de nuestra abierta risa; nos reímos y lo compadecemos, provocando una risa reflexiva.
Las situaciones cómicas cambian en función de las épocas y las culturas. Para el mundo antiguo la comedia debía presentar situaciones donde  los procesos digestivos y los aspectos más animales del amor eran considerados  como algo común a muchas obras. No es raro que en el mundo griego  se presentara, ante el público ansioso, la presentación del falo como símbolo de fertilidad[2], dentro de tramas de situaciones cómicas de la cotidianidad del ciudadano.
Pero ahora veamos cómo definen a la comedia ciertos diccionarios, que más que aclarar a veces nos pueden confundir.





¿Cómo definen a la comedia?

Pero ¿cómo definen, por lo general, el sustantivo comedia los diccionarios? Podemos ver algunas de las definiciones que se nos da respecto a este término, que a nuestro juicio tiene apenas una definición alejada del origen del término, subsumiéndonos en la manifestación contingente y común de la representación teatral del presente. En el Diccionario Vox (2007)[3] de la lengua española nos refiere a la comedia como obra de teatro o película con elementos o sucesos que divierten y hacen reír, y con un desenlace feliz. Es una obra dramática que presente un cuadro generalmente de carácter costumbrista y moralizante, escrita en verso y representada en corrales, con combinación de personajes serios y cómicos. Además de referirnos  dos épocas de la comedia en Occidente, al teatro español del siglo XVII, donde se desarrolla el género de manera espectacular[4] y al siglo XVI en relación con la Comedia Italiana  Dell’Arte, esta última surgida por la profesionalización de actores en la representación de personajes paradigmáticos que podían combinar lo serio con lo cómico, interpretando de forma estereotipada tales caracteres de manera continua en las diferentes obras que montaban bajo este talante emocional jocoso[5].  Fuera del espacio teatral también nos sugiere la presencia de la comedia dentro de la vida cotidiana humana.  Comedia será una acción de fingimiento que hacemos para conseguir una cosa, es decir, un gesto falso que no convence y es por eso que ante ello surge la reacción del escucha al decir que: por favor déjate de hacer comedias y dime qué te preocupa o qué quieres realmente. En otras palabras, es el uso del teatro por cualquiera de nosotros en relación con alguien dentro de las relaciones comunes de la vida.  Pero en el fondo, y por lo general en el habla coloquial,  con la palabra comedia nos dirigimos a toda situación o suceso de la vida real que hace reír.
Otro diccionario[6] además de referirse como obra teatral pero dramática cuya acción predominan aspectos placenteros, festivos o humorísticos y cuyo  desenlace puede ser feliz, también nos amplía la  posible confusión del término al referir que comedia puede ser una obra dramática de cualquier género. Y para una mejor equivocación nos afirma que etimológicamente  la palabra proviene del latín comoedia  y este a su vez del griego κωμωδία (comodia), que significa comediante. Esto último nos lleva a tener que referir que κωμωδία (comodia), no significa comediante sino la refiere a la simple aserción de comedia sin más. Para designar al comediante en griego se usa κωμωδωϛ, que además de comediante refiere al autor  poeta de comedias[7]. Además de emparentar a la comedia con cualquier género de obra teatral dramática. Los diccionarios  cuando sirven nos dan sólo una afirmación o definición muy superficial o simple de los términos; y seguramente esto se amplía cuando pasan a estar en online. Cosa que podemos notar con las dos referencias en línea que hemos utilizado. No todo lo que luce es oro, y menos en la pantalla del ordenador sometido a las rutas de internet sin cierta cautela de uso por las informaciones que se nos dan.
Sin embargo al irnos al Diccionario  enciclopédico Vox (1970), en físico –no virtual-, nos  trasmite un tratamiento más completo del término.  Además de cómo se escribe en varios idiomas la palabra nos  comienza afirmando que, si bien es una obra dramática,  es de enredo y desenlace festivos o placenteros. Además  es  suceso de la vida real capaz  de interesar o mover a risa. También es farsa y fingimiento, lo cual sería lo propio del acto cómico  en sus orígenes como veremos más adelante. Pero lo más interesante es que este diccionario nos informa que la comedia nace en Grecia en el culto a Dionisios, dios de la fecundidad agrícola, al que le ofrecían, en su honor, cantos burlescos, licenciosos (vulgares), que posteriormente adoptarían la forma teatral dialogada.  Si nos refiere mucho  de sus orígenes en Grecia al menos alude al mito de Dionisos como  el punto de origen de esta manifestación teatral, que es lo que trataremos más adelante cuando nos enfrentemos a la relación entre comedia y fiestas al dios de la emoción embriagadora por la vida: Dionisos.



Carro naval de Tespis.origen del carnaval griego


La comedia ática o qué significó este género para  la antigua Atenas

La comedia ática aparece en el último tercio del s. V a.C. Los antiguos la denominaron espejo de la vida, en contrastar las condiciones persistentes y permanentes de la naturaleza humana frente a sus debilidades.  Fue el más completo fresco histórico de la vida de su tiempo. No se puede comparar con ningún género literario  de su momento. Si bien podemos estudiar la vida y afanes exteriores de los atenienses en los vasos cerámicos pintados, no son menos impresionantes las representaciones únicas de su tiempo presentes en este género. Para Jaeger  nos afirma que los movimientos espirituales  que brotan de las más prominentes creaciones de la antigua comedia que se han conservado hasta nosotros[8]no pueden compararse con ninguna otra forma de expresión práctica, poética y cultural de la Atenas de entonces. Se nos presenta el estado, las ideas filosóficas y poéticas que viven para ese momento dentro de sus movimientos teatrales. Estado, ideas filosóficas y literatura se nos muestran  no ya como fenómenos aislados sino en una relación entre sí, estando presentes su dinámica en el influjo inmediato dentro de la situación de su tiempo[9]. La comedia nos da la posibilidad de  observar la formación de la vida espiritual, considerada como proceso social. Gracias a ella ningún otro periodo de la antigüedad puede ser tan bien comprendido y representado en su intimidad como ese momento del siglo V al IV a.C. ateniense.
La comedia se dirigió no a construir un drama de caracteres o de tipo, sino que ella siempre vendría a tener un carácter político debido a la conciencia ciudadana  del público que iba a dichas presentaciones; ello impidió el desarrollo de ese otro tipo de comedias que remedan situaciones aisladas  de lo grotesco de la cotidianidad presentes en la forma de ser o actuar de determinados individuos: por determinada profesión, por ejemplo, la de los médicos. Los gustos de la mayoría giraron en torno a  las violentas de la sátira política y social y no a las sutilezas del entorno íntimo de los ciudadanos, aunque también aparecieran referencias a ello dentro de la trama. En las creaciones del teatro aristofánico encontramos esos gérmenes del teatro cómico de caracteres, ampliando el compás de incursiones  dentro de los modos privados de vida ateniense.
Lo cómico, sin embargo, se puede encontrar en los personajes no heroicos de las obras de Eurípides. Ellos traspasan involuntariamente, para nosotros, los límites de lo  cómico y son para los cómicos de su tiempo  una fuente inagotable de risa. Separándolos de las relaciones míticas que pueden tener sus obras, tales personajes comunes, con su inteligencia vulgar, calculadora y disputadora, su afán pragmático de explicar, dudar y moralizar y su sentimiento desenfrenado aparece como algo sorprende[10].
La comedia ática  estuvo restringida a condiciones formales  por un lado, pero la formalidad  no fue óbice para  que, bien con exageraciones y distorsiones fantásticas propias del género sean vistas estas obras como  un arte del parlamento de reducido crédito para comprender y obtener, como se ha dicho, a conclusiones históricas de su presente. En la comedia nos encontramos con alusiones directas  a acontecimientos e instituciones, a invectivas personales, a críticas políticas y discursos polémicos  que nos presenta una verdadera  riqueza inagotable para la reconstrucción sociológica, cultural, política, económica, filosófica del mundo antiguo ateniense.
La comedia viene a representar una de las más originales y grandiosas manifestaciones  del genio poético griego para Jaeger. La comedia es un género del presente histórico, que nos muestra las realidades de su tiempo de forma directa, cuyo propósito es ofrecer tras lo efímero de los casos presentes representados ciertos aspectos constantes del hombre común que no están presentes ni en la epopeya y la tragedia. A diferencia de la tragedia y la epopeya,  que pretenden imitar las naturalezas nobles de los grandes hombres junto a sus hechos y destinos prominentes, la comedia vendrá  a presentarnos un impulso incoercible de las naturalezas ordinarias[11]junto a la tendencia  popular, realista, observadora y crítica, que eligen con predilección la imitación de lo malo, reprobable e indigno. Es el género en que se nos muestra una relación directa de la vida común del hombre de la calle que sufre consecuencias por habitar en una polis mal administrada política, por llevar una vida sometida a criterios fuera de lugar o de reclamos  de la población femenina de Atenas al quedar sin hombres que cumplan con su función matrimonial en la alcoba por irse a la guerra.  La comedia es la representación de lo que pasa día a día, donde los personajes semidioses o heroicos no dejan de ser refutados por la carcajadas, mostrando su soberbia y ambición de poder narcisista implícito y escondido a través de querer interpretar sus acciones como divinas mas no humanas. Los Dioses no escapan de arrojar ese estiércol  pútrido en estar por encima de todo, los cuales harán, desde la imaginación social de todos los tiempos, un buen papel como instrumento de control, dominio y autoridad inamovible para determinadas formas de amarrar el poder gubernamental dentro de la masa ignorante.
Con la comedia, como dijimos antes, los dioses sufren el tratamiento de quedar bajo la acción de poder ser  personajes aptos para ser objeto de risa cómica. Nos muestra una cualidad y lucidez inherente a la cultura griega de la antigüedad, que si se interesa  por conocer cómo se conduce el pathos heroico y su grave dignidad, también muestra interés y necesidad por la risa y de su burla como situaciones no gratuitas sino siempre en función de obtener un provecho más allá del que se nos muestra en un primer momento. Jaeger nos advierte que:
“Algunos filósofos posteriores  definieron al hombre  como el único animal capaz de reír –aunque la mayoría de las veces se le define  cono el animal que habla y piensa-; con lo cual coloca a la risa en el mismo plano que el lenguaje y el pensamiento, como expresión de la libertad espiritual. Si ponemos en conexión la risa de los dioses de Homero con esta idea filosófica del hombre, no podemos negar el alto origen de la comedia a pesar de la menor dignidad  de este género y de sus motivos espirituales”[12].
Aristóteles sería uno que afirmara lo dicho por Jaeger, el hombre es el único animal que rie. Sabemos hoy que antes de hablar los infantes establecen la primera relación de confianza con sus parientes cercanos con la risa, la cual aparece a los cuatro meses de vida y por ello podríamos comprender que antes que hablar o pensar comenzaríamos a establecer una relación con el mundo con la risa aprobadora y sutil que muestra el infante con su madre, por ejemplo. Somos, antes de  animales hablantes seres reidores o irritados. Son formas de la comunicación del animal humano que aprende antes de articular sonidos más complejos como los de un lenguaje. Además de ello, como nos lo dice el texto,  no hay duda que al vincular la risa de los dioses homéricos con dicha idea filosófica nos muestra un origen extraordinario de la comedia, a pesar de los rasgos vulgares o bajos, presentes en ella. Pero como veremos, sus orígenes reales están inscritos en ritos religiosos importantes de esa religión de dioses y titanes.
Sus inicios. La forma poética de Arquíloco (siglo VII a.n.e.), influyo en el ritmo y la intencionalidad de la comedia. De métrica más de corte popular  y yámbica, probablemente sometido a improvisación, se utilizó la sátira  desde un comienzo en tanto género burlesco. Autores tomaron  de Arquíloco el ataque personal dirigido  incluso a personeros de altos cargos estatales. Su importancia crece cuando comienza a tomar un tono político, y fue considerada por el estado un honor y un deber de mantenerla por estipendio de los ricos, al sostener a sus integrantes del coro. La comedia se constituye en una institución del estado, siéndole posible así competir con la tragedia, de la que tomo mucho de sus elementos de su estructura interna más no su intencional trágica. Y en sus mejores momentos llegó a tener sus autores conciencia de la gran función educadora que portaba toda representación cómica. En Aristófanes se notará la plena absorción en su obra de dicha concepción pedagógica, llevando a tener en espiritualidad y profundidad tantos laureles como la misma tragedia.
La mayoría de los autores  de la comedia (Crates, Cratino, Eupolis, Aristófanes, etc.) tenían como objetivo provocar con sus obras  la risa en sus  oyentes. Es por ello que Wilamowitz se opone a la concepción  que este género propusiera el mejoramiento moral de los hombres[13], considera que  tampoco tiene un propósito didáctico y no llega a afectar en la moralidad. No estamos de acuerdo con esta apreciación. La comedia tenía una intención pedagógica, de comentar los sucesos del presente de la polis, de las injusticias políticas, de los avatares de la guerra, de las corrupciones demagógicas de una democracia corrupta, de las tiranías ejercidas en nombre de una paz social anclada en el sometimiento ciudadano, en la pérdida de la libertad de la polis y de los incongruencias culturales, filosóficas, políticas entre los ciudadanos de esa espectacular y arbitraria antigüedad ateniense.
En el caso del autor Cratino, por ejemplo, encontramos que sus comedias estaban dirigidas, con todas sus fuerzas,  a satirizar  contra personajes públicos  de notoria impopularidad. En Aristófanes, con su obra Los arcanienses  encontramos  una sátira política elaborada con una trama imaginaria única que reúne, mediante un ingenioso simbolismo, una ambiciosa utopía política, enriqueciendo la parodia cómica y literaria. La comedia ática se nutrió, entonces, de las creaciones de Arquíloco, que desde las tierras jónicas, satirizó tanto de su persona como también de emprender la tarea de la crítica pública con ella. En su momento  la comedia toma un carácter particular y  punto de convergencia para efectuar toda crítica pública, no limitándose solo a los asuntos políticos  sino abrazando todas las esferas de lo público risible de la comunidad. Arquiloco:
“Censuraba, cuando lo consideraba justo, no solo a los individuos, no solo a esta o aquella actividad política, sino la orientación general del estado o del carácter del pueblo y sus debilidades. Controlaba el espíritu del pueblo y tendía la mano a la educación, a la filosofía, a la poesía y a la música. Por primera vez eran consideradas estas fuerzas, en su totalidad como expresiones de la formación del pueblo y de su salud interna”[14].
Este género concentraba en ella la idea de responsabilidad, inseparable de la libertad vivida en apego a la administración del estado que incentivaba la institución de la euthymia, (del buen humor), trasportando a fuerzas sobre-personales y catárticas en función del bien común comunitario. Sus críticas no fueron tanto a las instituciones democráticas sino de las distintas interferencias surgidas desde la opinión pública. La comedia se convirtió en una institución censora y crítica pública.
“La función censora pertenecía, en Atenas, a la comedia. Esto es lo que le otorga el ingenio de Aristóteles la inaudita seriedad que se oculta tras sus alegres máscaras. Platón como elemento fundamental de lo cómica la censura maliciosa y regocijada de las debilidades inofensivas y de los errores de nuestros semejantes (Filebo, 49c)[15]”.
Interesante saber que en tiempos de guerra como los vividos por entonces en Atenas, la educación ocupó un lugar importante dentro de las comedias, tanto como lo político; se convirtió en guía para comprender ese proceso en curso, convirtiéndose en una de las fuerzas educadores significativas del momento.
La comedia también estuvo sometida por el poder del estado cuando llegó a satirizar políticamente a determinadas personas públicas, las cuales fueron amparadas por las supuestas injusticias presentadas en las representaciones humorísticas. Tales prohibiciones no llegaban a durar mucho tiempo por ser impopulares; aún hoy ningún estado puede llegar a reprimir completamente la manifestación de los sentimientos sociales primitivos como tal tipo de burla a lo público.  Nadie quedó excepto en ese mundo griego, hasta Pericles lo padeció, en la pluma de Cratino, fue objeto de burla. En Las Tracianas es llamado al enaltecido líder griego como el “Zeus, el de la cabeza de cebolla”, con lo que aludía a su peculiar forma de  la cabeza, disimulada permanente con un casco. Y a la vez no dejaría de reconocer su valía al referirse luego con una relampagueante afirmación: “revolvió toda la Hélade”[16].


Teatro de Atenas, foto de Marina Dias


La comedia ática, podemos argüir,  estuvo restringida a condiciones formales  por un lado, pero la formalidad  no fue óbice para  que, bien con exageraciones y distorsiones fantásticas propias del género, sean vistas estas obras como  un arte del parlamento de reducido crédito para comprender y obtener conclusiones históricas de su presente. En la comedia nos encontramos con alusiones directas  a acontecimientos e instituciones, a invectivas personales, a críticas políticas y discursos polémicos  que nos presenta una verdadera  riqueza inagotable para la reconstrucción sociológica, cultural, política, económica, filosófica del mundo antiguo ateniense.
Por ello podemos aceptar las palabras de Jaeger que nos dicen que la comedia puede considerarse como la primera manifestación artística y cultural occidental de la alegría social y vital, portadora de una eclosión de entusiasmo dionisiaco colectivo. Tal género fue una de las expresiones más altas del espíritu humano que funda sus raíces en el suelo de lo natural y terrenal. Según Jaeger  tiene unos orígenes oscuros:
“…a diferencia del desarrollo de los más antiguos coros y danzas ditirámbicas hasta la cumbre del arte de Sófocles, perfectamente conocidos por los contemporáneos[17].  Igualmente nos informa que tiene un pasado con ritos religiosos de las fiestas dionisiacas, con sus rurales canciones fálicas a la fertilidad, sin pertenecer a la esfera de las creaciones espirituales, a la poesis. Al lado de la alegría festiva del komos, del cual tomó su nombre, se halla la parábasis, la procesión del coro que ante el público que originariamente lo rodeaba, da libre curso a mofas  mordaces y personales y aún, en sus formas más antiguas, señala con el dedo a alguno de sus espectadores. Los vestidos fálicos de los actores y los disfraces del coro  especialmente  mediante máscaras de animales –ranas, avispas, pájaros-, nacen de una tradición muy antigua, puesto que se hallan presentes en viejos autores cómicos, en los cuales esta memoria se mantiene de una manera viva, mientras que su espíritu es  débil todavía[18]


Se continua en la próxima entrega: Orígenes de la Comedia en las fiestas dionisíacas.


[1] Ver: Bergson o la risa a la francesa en: www.filosofiaclinicaucv.blogspot.com, mes de junio 2012.
[2] Si en la antigüedad era el falo  en el teatro contemporáneo sería el desnudo. El primer desnudo teatral estuve presente en la obra musical de Hair de 1960. Luego de ahí es casi una constante escena obligatoria que muchas piezas recurran a la exhibición del cuerpo desnudo. A falta de falo, buenas son tetas. Pero la obscenidad irrumpe cuando es utilizada sólo con el fin de escandalizar  o por su valor de  morbo o publicitario.
[3] Diccionario Manual de la Lengua Española Vox. © 2007 Larousse Editorial, S.L.
[4] Cultivada por autores de la talla de un Cervantes, Lope de Rueda, Alarcón, Rojas, Moreto y Tirso de Molina. Sin embargo no puede quedar fuera Shakespeare con su Falstaff.
[5] La Comedia dell’Arte será un género peculiar italiano motivado por la fantasía jocosa y se escenificará en un escenario reglamentado, a la par que los actores improvisan el diálogo, convirtiéndose cada actor en especialistas de algún  personaje típico: Colombina, Pantalón, Arlequín, etc.
[6] Diccionario en línea: http://www.deperu.com/diccionario/significado.php?pal=comedia: visto el 24/05/2012.
[7] Para las referencias a los significados en griego utilizamos el Diccionario Manual Griego Clásico-Español Vox 2005, Barcelona.
[8] Jaeger, W. 1962: Paideia. F.C.E. Mexico, p.325.
[9] Idem.
[10] Ibid, 315
[11] Ibid p.326.
[12] idem
[13] Cit. en ibid p.329.
[14] Ibid p.330s.
[15] Ibid p.331.
[16] Ibid p.332.

[17] Kerenyi, K., 1998: Dionisos. Raíz indestructible de la vida. Herder. Madrid, p.327.

[18] Ibid p.327.


Bibliografía:

Arechavala, R., 2000: Pedagogía del Humor. Ed. Guaymuras. Tegucigalpa.
Aristófanes, 2006: Las once comediasEd. Porrúa. México.
Cavallero, P., et al, 2007: Aristófanes. Nubes (Edición Bilingüe). Facultad de Filosofía y  Letras, Universidad de Buenos Aires.
Diccionario  enciclopédico Vox 1970, Barcelona.
Diccionario Manual Griego Clásico-Español Vox 2005, Barcelona
Guthrie, W. 1966: Orfeo y la religión griega. EUDEBA. Buenos Aires.
Jaeger, W. 1962: Paideia. F.C.E. Mexico.
Kerenyi, K. 1998: Dionisios. Herder. Madrid.
Serra, J.,  1972: Análisis de la comicidad. Barcelona.
Thompson, A. 1946: The Anatomy of Drama. University of California Press. Berkeley.
Velásquez, O. 2005: Aristófanes: Nubes. Editorial Universitaria, Santiago de Chile.
Wright, E. 1982: Para comprender el teatro actual. F.C.E. México.

Referencias electrónicas:
Aristóteles: Poética. En: www.philosophia.cl / Escuela de Filosofía Universidad ARCIS: http://www.philosophia.cl/biblioteca/aristoteles/poetica.pdf: visto el 24/05/2012.
Diccionario en línea: http://www.deperu.com/diccionario/significado.php?pal=comedia: visto el 24/05/2012.

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